Proyecto Partner (parte 2) – Observando con otros ojos

11 07 2007

En el post anterior expliqué a grandes rasgos que es un cuásar (si aún no lo has hecho, te recomiendo que leas el post anterior).

En esta entrada os contaré un poco sobre la observación que hicimos y los pasos que seguimos para recoger la señal del cuásar 3C618.

Radioastronomía

Muchos objetos (entre ellos, los cuásares) no son observables mediante el ojo, ni siquiera a través de un telescopio muy potente. Para obtener datos de ellos, es necesario medir la radiación que emiten (amplitud y frecuencia). Desafortunadamente, las imágenes obtenidas no tienen nada que ver con las hermosas vistas del cielo nocturno a las que estamos acostumbrados. 😦

El proyecto PARTNeR

Este proyecto surge en España cuando la primera antena de la NASA que se construyó en Robledo deja de utilizarse para el seguimiento de satélites, y, tras 35 años de funcionamiento, pasa a utilizarse para que alumnos de secundaria, bachillerato y Universidad puedan acercarse a la radioastronomía.

Este proyecto recoge, además, una gran cantidad de datos que después se utilizan en investigación.

Observando con otros ojos

Pero observar con una de estas antenas no es nada sencillo. Los movimientos se hacen con motores industriales que no son muy precisos, y una desviación de un grado en el cielo nocturno pueden ser en realidad millones de años luz.

Lo primero que hicimos fue conectarnos con el centro que controla la antena: llamamos a una chica muy simpática que hay allí vía Skype, y accedimos al ordenador que controla la antena con el NetMeeting.

1. Calibrado: Lo primero que tuvimos que hacer fue ajustar las unidades de medida del sensor (en W / m2 ) a grados Kelvin, una escala mucho más fácil de manejar. Además, había que tener en cuenta la temperatura del sistema y de la atmósfera para poder realizar la medición.

2. Apuntado-barrido: Después de calibrar la medición movemos la antena hasta donde CREEMOS que está la fuente que queremos observar. Una vez allí, tenemos que apuntar bien la antena. Para esto hacemos 5 disparos en vertical y 5 en horizontal. Después, conociendo las zonas más cercanas a la fuente (aquellas donde la radiación es más intensa), averiguamos donde está la fuente en realidad. Es similar a una diana.

3. Toma de datos: Una vez que hemos calibrado la antena y averiguado dónde está la fuente, tenemos que recibir los datos. Tenemos que tener en cuenta que la Tierra gira, y, por esta razón, las estrellas, cuásares y demás cuerpos celestes parecen moverse en círculos con el paso del tiempo.

Como seguir con el telescopio a un cuerpo es muy difícil (intenta seguir a un pájaro con unos prismáticos y lo verás), lo que haremos será avanzar la antena unas décimas de grado y esperar a que el cuásar pase por delante de nosotros. En la pantalla aparecerá una curva de Gauss según la fuente se acerca y se aleja, y la intensidad de la fuente aumenta y disminuye.

Este proceso lo hacemos dos veces: uno sobre una fuente muy intensa y que conocemos muy bien, para comprobar que el tratamiento de datos es correcto; y otra sobre la fuente que queremos observar. Tomábamos la temperatura cada 10 segundos y la anotábamos en una hoja que luego enviaríamos al centro de control de allí.

4. Curva de temperatura de la atmósfera: Por último, bajamos la antena hasta una inclinación de 0º y la subimos lentamente hasta los 90º, para ver que efecto tiene la atmósfera sobre las mediciones, es decir, que cantidad de radiación absorbe.

Según nos contó la chica que nos ayudaba en la observación, no pudimos acceder a un vídeo en directo de la antena por culpa de las «paranoias» de seguridad de los americanos (que si nos atacan los terrorista, que nos lanzan misiles, que si una guerra nuclear…). Así que tuvimos que limitarnos a ver unas imágenes cada 10 segundos obtenidas de una webcam. Os pongo un video de la antenita:

Por último, una captura de pantalla del ordenador que controlaba la antena.


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